Atracones: la trampa del ayuno

Clasificación clínica de un trastorno que es difícil de reconocer

Il Atracones, según la nosografía psiquiátrica tradicional, es un trastorno alimentario caracterizado por episodios recurrentes de atracones. Sin embargo, en una inspección más cercana, lo que realmente sucede es que quienes padecen este trastorno pasan días comiendo muy poco o sin comer nada y luego, exhaustos, pierden el control y comen en exceso. El atracón, por lo tanto, es solo la mitad del problema. La otra mitad es el ayuno que le precede.

Sin embargo, cuando el paciente describe enfáticamente su alimentación voraz, el profesional que escucha (médico, nutricionista o psicoterapeuta) puede confundirse, concentrarse en los atracones y perder de vista el ayuno. El riesgo pasa a ser el de intentar solucionar el problema proponiendo una nueva “dieta” o “ruta nutricional”. Sin embargo, si observamos los hechos a lo largo del tiempo, nos damos cuenta de que las dietas no solo fallan, sino que exacerban el problema. El círculo vicioso que alimenta la Atraconesde hecho, no es la falta de control, sino el exceso de control lo que tarde o temprano te hace perder el control.

Il Atracones: alternancia de restricciones y borracheras

Los resultados de la investigación de intervención realizada por Giorgio Nardone en el Centro de Terapia Estratégica de Arezzo (Nardone et al., 1999; Nardone, 2003), realizada en pacientes con sobrepeso y/o pacientes con trastornos alimentarios, condujeron a la identificación de un cuadro clínico peculiar caracterizado poralternancia de periodos prolongados de abstinencia de alimentos y adherencia a una dieta dramáticamente baja en calorías con momentos de consumo excesivo de alimentos, comparables a verdaderos atracones con una ingesta calórica muy alta (Nardone et al., 2014).

Cuando se observa el problema por su funcionamiento en su totalidad (como es característico de la Terapia Breve Estratégica), se evidencia que el elemento caracterizador del trastorno no es el atracón, sino ayuno o semi-ayuno que lo favorece.

Un caso clínico

F. era una mujer bien arreglada, sonriente, segura de sí misma y aparentemente relajada que llevaba una vida normal. Casada desde hace años, con un hijo y un trabajo regular.

incapaz de hacer dieta

Había estado luchando con el peso durante años. Había seguido numerosos caminos dietéticos sin poder completarlos nunca.

¿Qué le impedía hacer dieta?

El guión era siempre el mismo: comenzaba con algunas pequeñas transgresiones a la dieta prescrita, que rápidamente se convertían en auténticas borracheras. Demasiado hinchada y sudorosa para moverse, se dejó ir a la cama y se quedó allí, inmóvil, hasta la mañana siguiente.

¿Cómo reaccionó él ante lo que ella percibía como una incapacidad para hacer dieta?

Al despertar, todavía llena, frustrada por la sensación de incapacidad por no poder controlarse, se saltó el desayuno y se fue a trabajar. Durante su hora de almuerzo no comió nada. Comenzaría a comer de nuevo por la noche. Durante unos días, calculó exactamente las calorías que introduciría (no más de 500 Kcal por día) y eligió los alimentos menos sabrosos, para asegurarse de no perder el control y sucumbir a la glotonería..

Luego, exhausta, se derrumbó. Devoró todo, hasta que se sintió tan llena que tuvo que volver a derrumbarse en la cama. Y así comenzó de nuevo el círculo vicioso.

Una búsqueda continua de nuevas estrategias para no colapsar

Las víctimas Atracones siempre está buscando nuevas estrategias para poder permitirse solo lo necesario para ponerse de pie. F. también había consultado a numerosos dietistas y nutricionistas que se habían convertido involuntariamente en maestros de los que aprender el arte del control (cálculo de calorías, uso de sustitutos de comidas sin sabor, técnicas para no sentir hambre y no ceder al placer).

Il Atracones No es bulimia: dos trastornos, dos lógicas, dos soluciones

Las personas con atracones a menudo se refieren a sí mismas como bulímicas. Ante la descripción de sus colosales juergas, a muchos profesionales les puede resultar natural definirlos así. Bulimia, de hecho, significa tener hambre como un toro (Nardón, 2013).

Sin embargo, existe una diferencia sustancial entre los atracones y la bulimia:

- en Atracones los atracones siempre ocurren después de períodos de ayuno o semi-ayuno.

- en la Bulimia los atracones no van precedidos de ayuno o semiayuno. Las personas informan que siempre están a dieta, pero nunca logran mantenerse en ella.

Esta es una diferencia importante. De hecho, en el primer caso es imprescindible romper el círculo vicioso “ayuno-borrachera”, en el segundo es necesario crear una capacidad de autorregulación.

Estudiar bien cómo funciona el problema en el individuo es lo primero que hay que hacer. Un diagnóstico operatorio correcto es una premisa esencial para implementar una terapia eficaz y eficiente (Nardone, Portelli, 2015).

Terapia

Gracias al marco clínico realizado hasta este punto, se deduce que la terapia de Atracones para que funcione, no debe ser la terapia del atracón, sino de lo que crea las condiciones para el atracón, es decir, el ayuno o el semiayuno. Como sugiere el antiguo pensamiento clínico chino, aquellos que se enfocan en la terapia compulsiva y descuidan los ayunos son como aquellos que se enfocan en cuidar las hojas y no las raíces.

El clínico que aspira a una terapia eficaz y eficiente, precisamente porque quiere eliminar los atracones, debe concentrarse en corregir los ayunos. Si se procede así, en efecto, se produce el quiebre de la lógica contradictoria disfuncional que alimenta el problema (Nardone y Balbi, 2008). Una vez que se rompe el círculo vicioso, el síntoma (el atracón) desaparecerá espontáneamente.

Conclusión

El estudio cuidadoso de Binge Eating nos recuerda que cuando una persona se da un atracón, no siempre lo hace por "glotonería". A veces, lo que genera los atracones es todo lo contrario: "el exceso de restricción".

Cualquiera que quiera tratar de manera efectiva y eficiente un trastorno alimentario como los atracones debe tener la paciencia para dar un paso atrás e investigar cómo funciona el trastorno en la persona individual. Nada debe darse por sentado, ya que, como decía Napoleón Bonaparte: “Porque tengo prisa, voy muy despacio”.

Dr. gabriele bovina
Psicoterapeuta e investigadora oficial del Centro de Terapia Estratégica

BIBLIOGRAFÍA:

  • Nardone, G., Verbitz, T. y Milanese, R. (1999). Las prisiones de comida. Milán: Ponte alle Grazie.
  • Nardone, G. (2003). Más allá del amor y el odio a la comida. Milán: BUR.
  • Nardone, G. & Balbi, E. (2008). Navega el mar sin el conocimiento del cielo. Milán: Ponte alle Grazie.
  • Nardone, G. & Portelli, C. (2015). Cambiar para saber. Milán: TÉ.
  • Nardone, G. (2013). Psicotrampa. Milán: Ponte alle Grazie.
  • Nardone G. & Valteroni, E. (editado por) (2014). Dieta o no dieta. Milán: Ponte alle Grazie.
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