el modelo teorico

El modelo teórico y sus aplicaciones

EPISTEMOLOGÍA Y TEORÍA DEL MODELO DE TERAPIA ESTRATÉGICA CORTA

El enfoque estratégico breve de la terapia se basa en la evidencia (Szapocznik et al., 2008) y se reconoce como una buena práctica para algunas psicopatologías importantes. El modelo, formulado por Paul Watzlawick y desarrollado por Giorgio Nardone (Breve terapia estratégica, Modelo de Giorgio Nardone), además de estar validado empírica y científicamente (Nardona, 2015; Pietrabissa, Gibson, 2015; Nardone, Salvini, 2014; Castelnuovo et al., 2011; Watzlawick, 2007; Jackson et al. 2018) en el lapso de más de 25 años, ha llevado, como lo demuestran las numerosas publicaciones que han surgido de él, (ver bibliografía comentada), hasta la formulación de protocolos avanzados de terapia corta, compuestos por técnicas innovadoras construidas ad hoc para desbloquear los tipos particulares de persistencia de las patologías psíquicas y conductuales más importantes.

La epistemología de referencia es la constructivista-interaccionista tal como se expresa en la colección de ensayos creada por Paul Watzlawick en 1981, La realidad inventada en la que intervienen los autores más importantes de esta perspectiva: Von Förster, Ernst Von Glasersfeld, Jhon Elster, etc. Esta posición teórica se distancia de cualquier forma de determinismo y reduccionismo, así como se emancipa de cualquier teoría fuerte que tenga construcciones autoinmunizantes (Popper 1972) y que se base en cambio en el paradigma interacción-estratégico de la Escuela de Palo Alto. Esto lleva a optar por un "pragmatismo operacional" (Salvini, Nardone) donde la efectividad representa la única forma de verdad. La teoría misma es confirmada o no por la aplicación de sus constructos operacionales.

La metodología de investigación será por tanto también de tipo empírico, de campo y no basada en los métodos y criterios de un laboratorio aséptico, o más bien el método lewiniano de investigación-intervención evolucionado y adaptado al campo clínico. El otro aspecto fundamental que caracteriza nuestra teoría de la referencia es, como se explica en detalle a continuación, el uso de modelos de lógica matemática y predicados lingüísticos que van más allá de la lógica racional clásica, que no se ajusta a los fenómenos de la interacción entre mente y mente, lo paradójico, dinámicas contradictorias y creencias aparentemente absurdas, que sustentan percepciones y reacciones psicopatológicas.

Todo esto hace que nuestro modelo de psicoterapia breve estratégica sea completamente original, desde sus supuestos, una técnica epistemológica y los constructos operativos resultantes.


EL MODELO CORTO DE PSICOTERAPIA ESTRATÉGICA

Desde el primer encuentro con el paciente, el modelo está orientado al cambio, de hecho, no se utiliza un procedimiento clásico de diagnóstico, sino una técnica avanzada de diagnóstico-intervención: el diálogo estratégico. Este protocolo de realización de la primera entrevista permite transformar, a través de una secuencia de técnicas específicas (preguntas estratégicas, paráfrasis de reestructuración, fórmulas evocativas y las prescripciones finales), en un proceso de investigación-intervención que lleva a paciente y terapeuta al descubrimiento conjunto de la " cómo "El problema funciona y el" cómo "puede ser resuelto.

En base a ello, al final de la primera sesión se prescriben las indicaciones terapéuticas adecuadas al trastorno presentado.
En la siguiente entrevista se evaluarán los efectos producidos tanto por el diálogo terapéutico como por las prescripciones a implementar.
En función de los resultados, pasamos a las siguientes fases del modelo si estos fueron positivos, en caso contrario analizamos lo que no funcionó, reajustando la terapia en función de las respuestas a las maniobras aplicadas.

El enfoque de una psicoterapia breve estratégica es la reestructuración y el cambio de las percepciones rígidas del paciente que inducen sus reacciones patológicas. Para lograrlo, la intervención se dirige a romper el círculo vicioso entre los intentos fallidos de solución por parte del paciente que alimentan el trastorno y su persistencia sostenida precisamente por tales reacciones contraproducentes. Por tanto, los "intentos de solución" disfuncionales deben ser sustituidos por otros capaces de romper el equilibrio patológico y transformarlos en sanos y funcionales.

Estrategias y estratagemas terapéuticas adaptadas a la situación problemática ya la forma específica de expresión del trastorno. Como ya se mencionó, el número de técnicas terapéuticas desarrolladas y formalizadas por Giorgio Nardone y sus colaboradores que cubren la mayoría de las formas de patología encontradas en psicoterapia es abundante. Paralelamente a estas estrategias y estratagemas, se han desarrollado a lo largo de los años formas particulares de comunicación terapéutica, capaces de sortear las resistencias al cambio propias de todo sistema humano, en particular la comunicación "performativa", el lenguaje que te hace "sentir" así como entender y la comunicación 'preceptiva', o lenguaje sugestivo para prescribir acciones o pensamientos a los que el paciente normalmente se opondría.

Esto es lo que Paul Watzlawick llamó "hipnoterapia sin trance". Si la intervención terapéutica produce los efectos deseados, se pasa a la fase de consolidación mediante un proceso de redefinición de los cambios realizados y los recursos y habilidades que el paciente ha demostrado que puede poner en juego. Todo con el objetivo de guiarlo a la conquista de la completa autonomía e independencia personal. Para ello, también se aclara cada técnica utilizada de tal forma que el ahora ex paciente pueda atesorarla para su futuro.

 

METODOLOGÍA DE LA ESCUELA AREZZO
La idea básica, ya que primer proyecto de investigacion sobre los trastornos fóbico-obsesivos, en 1985, fue hacer evolucionar los modelos generales de terapia hacia protocolos de intervención específicos para patologías particulares, es decir, secuencias predeterminadas de maniobras terapéuticas con poder heurístico y predictivo, capaces de guiar al terapeuta a romper, a través de determinados estratagemas, de rigidez patológica específica y su reestructuración en modalidades funcionales de percepción y reacción frente a la realidad.

Para el propósito de este proyecto, no solo se utilizó la tradición teórica, aplicativa e investigativa de la terapia breve del Mental Research Institute de Palo Alto, que apareció como criterio para el desarrollo de un modelo evolucionado más bien artesanal y rudimentario, sino de un nueva metodología rigurosa de investigación-intervención en el campo clínico de tipo experimental empírico, en línea con la investigación avanzada propia de la física y las ciencias aplicadas más avanzadas, basada en el supuesto de que son las "soluciones las que explican los problemas y no las explicaciones hipotéticas que conducen a soluciones”.

El Modelo se estableció así sobre la base de los criterios de:

  • Eficacia: la capacidad de la intervención para alcanzar los objetivos fijados. En nuestro caso, la extinción de las dolencias que presentaba el paciente;
  • Eficiencia: la capacidad de producir resultados en un tiempo razonablemente corto. En nuestro caso, una terapia debe dar resultados de mejorías desde las primeras sesiones y debe llevar a la solución del problema en un plazo de 3-6 meses. Después de todo, como la literatura de investigación indica que el 50% de los trastornos se pueden resolver en 10 sesiones, el 25% de los trastornos se pueden extinguir con una terapia que no exceda la duración de 25 sesiones. Solo el 25% restante de los casos requiere una terapia más prolongada. (MA Hubble, BL Duncan, SD Miller, "El corazón y el alma del cambio“, Asociación Americana de Psicología, Washington, 1999);
  • Replicabilidad: la propiedad de una técnica terapéutica de que se puede aplicar a diferentes personas que tienen el mismo tipo de trastorno;
  • Predictividad: para cada maniobra terapéutica individual se deben predecir los efectos para corregir los no deseados durante el proceso terapéutico.
  • Transmisibilidad: la característica de un modelo que puede ser aprendido y aplicado por diferentes personas, es lo que hace de una técnica terapéutica un tema de enseñanza para la psicoterapia.

Además, se tomaron formulaciones no ordinarias de la lógica matemática, capaces de utilizar el autoengaño, la creencia, la paradoja y la contradicción, como elementos estructurales de modelos Lógicos rigurosamente construidos (Newton Da Costa, Nardone).
En otras palabras, mediante el aporte de la lógica formal, las estratagemas terapéuticas creativas, basadas en la lógica no ordinaria, podrían convertirse en herramientas formalizadas dentro de modelos de intervención que resultaran efectivos y replicables.

Todo ello ha llevado a salvaguardar tanto la creatividad como la sistematicidad en el desarrollo de las estrategias terapéuticas. Este trabajo, de estudio empírico para la constitución de secuencias terapéuticas aplicadas a miles de casos, a lo largo de más de 25 años, ha conducido, como atestiguan las numerosas publicaciones resultantes del mismo (ver bibliografía comentada), a la formulación de protocolos de terapia breve, compuestos por técnicas innovadoras construidas ad hoc para desbloquear los tipos particulares de persistencia de las patologías psíquicas y conductuales más importantes.

Estos protocolos de tratamiento han demostrado ser capaces de resolver algunas patologías relevantes, como los trastornos fóbicos obsesivos y compulsivos y los trastornos alimentarios, con un índice de eficacia y eficiencia superior al de cualquier otra psicoterapia. (Nardone-Watzlawick 1997, Nardone-Watzlawick 2005, Castelnuovo et. Al 2011. Nardone, Ranieri Brook 2011, Nardone-Salvini 2013).

Por último, la laboriosa investigación-intervención en el campo clínico también dio lugar a nuevos supuestos tanto en la estructura de los procedimientos de Resolución de Problemas como en las características de la comunicación terapéutica, en su desarrollo fase a fase, desde los primeros pasos hasta la conclusión de la terapia. Otra característica fundamental del modelo de terapia breve estratégica es que, en línea con la lógica estratégica (rama especializada de la lógica matemática), la intervención terapéutica se constituye no sobre la teoría asumida aguas arriba por el terapeuta sino sobre la base del objetivo a alcanzar. y las características del problema a resolver.

Por tanto, el supuesto de partida es la renuncia a cualquier teoría normativo-prescriptiva, incluida la teoría sistémica de la que en algunos aspectos se deriva la terapia breve. Se cree, de hecho, que cualquier teoría asumida a priori funciona en todo caso como un juicio “implícito” (Salvini, 1991) o como un prejuicio engañoso para el desarrollo de soluciones efectivas. Por el contrario, adecuar la intervención a las prerrogativas del problema y al objetivo a alcanzar conduce a la construcción de una estrategia bien enfocada que luego deberá “autocorregirse” en su interacción con el problema. En otras palabras, la estrategia adapta táctica tras táctica a las respuestas derivadas de las intervenciones implementadas: como en el juego de ajedrez, se procede con una apertura seguida de movimientos que se suceden en función del juego del oponente.

Si la estrategia del oponente, es decir, la persistencia de la perturbación, figura entre las conocidas, se podrá intentar una secuencia formalizada de jaque mate en pocas jugadas, es decir, un protocolo de tratamiento específico. La medición de los efectos, en este caso, no será sólo entre el inicio y el final de la terapia, sino que estará dirigida a cada una de las fases del proceso terapéutico, ya que, como en un modelo matemático riguroso, las posibles respuestas a cada individuo son hipótesis de maniobra, que luego son verificadas, a través de la práctica empírico-experimental. Esta metodología conduce a reducir estas posibilidades de respuesta a un máximo de 2 o 3 para cada intervención individual, lo que permite construir el movimiento posterior para cada una de estas variantes de respuesta. Luego, se procede a una medición de proceso de los efectos y valor predictivo de cada maniobra individual y no solo de todo el proceso terapéutico.

RIGOR PERO NO RIGIDEZ

"Solo el rigor es muerte por asfixia pero solo la creatividad es locura"
(G. Bateson).

Todo lo expuesto en el párrafo anterior es válido para el estudio de la estructura de la intervención y para su lógica constitutiva, pero se debe hacer otro discurso para la adecuación de la intervención a cada persona, familia y contexto sociocultural. Ya que en este sentido salta todo criterio de control y “predictivo”. Como ya decía Milton Erickson, en efecto, cada individuo tiene características únicas e irrepetibles, así como su interacción consigo mismo, con los demás y con el mundo siempre representa algo original.

En consecuencia, toda interacción humana, incluso la terapéutica, resulta única e irrepetible, dentro de lo cual corresponde al terapeuta adaptar su propia lógica y lenguaje al del paciente, procediendo así en la investigación de características del problema. a resolver, hasta la detección de su modo de persistencia específico. Una vez identificadas las peculiaridades de la persistencia del problema, podrá utilizar la lógica de resolución de problemas que le parezca más adecuada, siguiendo el modelo descrito anteriormente en su constitución y aplicación, pero formulando cada maniobra adaptándola a la lógica y lenguaje del paciente. De esta forma, en realidad, la intervención terapéutica mantiene su capacidad de adaptación a las singularidades de cada nueva persona y situación, manteniendo también el rigor estratégico a nivel de estructura de intervención.

Para aclarar aún más este importante concepto, es bueno subrayar que lo que se puede anteponer es la estrategia, a nivel de estructura de intervención, que se adapta a la estructura del problema y su persistencia; lo que siempre cambia es la interacción terapéutica, la relación con el paciente y el tipo de comunicación utilizada. Por tanto, incluso cuando se adopta un protocolo de tratamiento específico, como en el caso de los trastornos fóbico-obsesivos y las variantes de los trastornos alimentarios, cada maniobra es siempre diferente pero siempre igual, ya que ésta cambia en su explicación comunicativa y en su adaptación a la persona, pero la misma maniobra se mantiene a nivel del procedimiento estratégico de resolución de problemas. Como nos muestra la antigua sabiduría estratégica, “cambiar siempre para permanecer igual”.

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