Hipocondría. La ilusión de control y conocimiento (médico) definitivo

Adolescente visitas médico

Hipócrates y la hipocondría
En Occidente somos hipocondríacos desde hace un par de milenios: el término hipocondría se remonta a Hipócrates quien describió la "enfermedad de la hipocondría", un trastorno del estómago y la mente, que provocaba problemas digestivos, gran melancolía y miedo a morir. La conjunción de estómago y tristeza no es de extrañar: los griegos creían que el asiento de los sentimientos y las pasiones humanas se ubicaba en el abdomen.
Los hipocondrios, de hecho, son porciones del abdomen, situadas detrás de las últimas costillas y por debajo de la porción lateral del diafragma (el hígado se sitúa en el hipocondrio derecho y el bazo en el hipocondrio izquierdo).

que es la hipocondria
En los tiempos modernos, la patología ha evolucionado: precisamente porque tenemos mucho más conocimiento y herramientas de diagnóstico cada vez más precisas a nuestra disposición, la creencia ilusoria de controlar cualquier enfermedad se ha amplificado tanto que la hipocondría se encuentra entre los trastornos de más rápido crecimiento desde hace un par de décadas. ahora (Giorgio Nardone, Psicotrappole, 2013).

Las personas con hipocondría están tan preocupadas por su salud que interpretan cualquier signo o cambio en el cuerpo como una confirmación de una enfermedad grave; están convencidos de que están enfermos y, por ello, viven en constante alerta, revisando minuciosamente su cuerpo y recurriendo con frecuencia a pruebas diagnósticas y/o sometiéndose a terapia.

Pruebe soluciones
En la Terapia Estratégica Breve, para saber cómo funcionan los problemas, utilizamos esos “reductores de complejidad” llamados intentos de solución, es decir, estudiamos lo que hace la persona en un intento por salir de la dificultad, que resulta fallido.

La detección de los intentos de solución es fundamental porque son precisamente las conductas ineficaces las que, de repetirse, hacen que el problema persista, arriesgándose a agravarlo aún más si se estructuran en rígidos y automatizados guiones de percepción y reacción hacia uno mismo, los demás y el mundo. Las soluciones concursales intentadas, si se ejercen de manera desesperada y combinada, pueden transformar un problema en una patología en el espacio de unos meses.

Pruebe las principales soluciones del trastorno hipocondríaco
La Terapia Estratégica Breve, según el modelo de Investigación-Intervención aplicado a miles de casos en más de 25 años de actividad clínica, ha destacado algunos intentos de solución principales en el trastorno hipocondríaco:

  • Escuche y verifique continuamente cada señal de su cuerpo. El efecto de este intento de solución redundante es la paradoja del "control que te hace perder el control": la persona es presa de una fijación obsesiva que lo empuja a ejercer un control exasperado sobre algo que no es controlable; al hacerlo, el control se vuelve disfuncional y desencadena un círculo vicioso que construye el trastorno.
  • Sométete a controles médicos frecuentes y/o consulta con frecuencia a especialistas/internet. Efecto: si al principio los intentos de prevención, la investigación diagnóstica y el uso de exámenes con los instrumentos más sofisticados tranquilizan y tranquilizan a la persona hipocondríaca, el ejercicio exasperado de este intento de solución puede correr el riesgo de enfermarla, precisamente por el miedo y psicofisiológico estrés. A menudo, los hipocondríacos se estresan tanto por la lucha constante contra la más mínima sensación de amenaza que bajan sus defensas inmunitarias y se convierten literalmente en artífices de lo que más temen (Giorgio Nardone, psicotrampa, 2013).
  • Hable con otros sobre el problema. Este intento de solución, de repetirse, resulta contraproducente, ya que alimenta el trastorno hipocondríaco: la socialización de preocupaciones y síntomas percibidos como signos de enfermedad actúa como un amplificador que aumenta la preocupación obsesiva; los intentos de tranquilizar por parte de los demás, en lugar de tranquilizar a la persona, insinuarán nuevas dudas que ésta intentará sofocar con nuevas peticiones de tranquilidad, atrapándose en un círculo vicioso disfuncional y recursivo.

Tratamiento de la hipocondría en Terapia Breve Estratégica

En la Terapia Estratégica Breve, una vez investigado el funcionamiento del problema y reconocidas las soluciones redundantes intentadas, hacemos uso del protocolo de tratamiento desarrollado “ad hoc” para el trastorno específico sobre el que debemos intervenir. En la fase de intervención, la primera tarea de un Psicoterapeuta Estratégico es interrumpir y neutralizar los intentos de solución concursal, precisamente porque son los responsables del círculo vicioso disfuncional, incapacitante y generador de sufrimiento.

En el caso del paciente hipocondríaco, la maniobra electiva está dirigida a “desmantelar” la pretendida solución de control corporal constante y se denomina “chequeo hipocondríaco”. El terapeuta le indica al paciente que se autocontrole durante el día (el número de veces depende de los casos) y que anote cada vez los síntomas percibidos y las posibles enfermedades asociadas con estos síntomas.

Esta “prescripción del síntoma” genera varios efectos: en primer lugar, la persona recupera un control voluntario y funcional, dejando de ser presa de la obsesión; además, la búsqueda deliberada de los signos de enfermedad en las citas preestablecidas y en la forma prescrita, anulará las sensaciones aterradoras que esos signos provocaron… ¡siempre y cuando se encuentren los signos!. Al mismo tiempo, será necesario interrumpir la incesante solicitud de tranquilidad a través de diagnósticos y consultas especializadas.

“Ese patógeno, mil veces más virulento que todos los microbios, la idea de estar enfermo”
(Marcel Proust)

Dra. Lara Ventisette (Psicoterapeuta Oficial del Centro de Terapia Estratégica)

Bibliografía:
Nardone, G. (2016). Terapia de ataque de pánico. Milán: Ponte alle Grazie. Organización Mundial de la Salud (2002). Clasificación internacional de funcionamiento, discapacidad y salud. Gardolo: Ediciones Erikson
Nardone, G. (2016) Psicotrampa. Los sufrimientos que nos construimos: reconocerlos y combatirlos. Milán: Ponte alle Grazie.

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