Rigor y Creatividad: el modelo estratégico en acción en los distintos contextos operativos

"Ciertamente, los dioses no revelaron todo a los mortales desde el principio, pero, investigando, los hombres encontraron gradualmente lo mejor.".
(Jenófanes)

Parece contradictorio pensar que un modelo teórico-aplicativo pueda ser una herramienta de intervención en contextos tan diferentes: ¿cómo se puede utilizar en el mundo clínico, empresarial, deportivo o escolar?
¿No es evidente, incluso para el ojo menos experimentado, que un paciente es diferente de un deportista, un directivo o un grupo de trabajo?

Aunque la respuesta parece obvia, esconde algo extraordinario: son sistemas tan diferentes entre sí como unánimes en su petición ante la necesidad de una intervención:"Cambiame sin cambiarme".

Esta es la petición precisa que está detrás de cada intervención de cambio que nos encontramos realizando, ya sea que estemos en la empresa, en una clínica psiquiátrica, en un contexto organizacional de cualquier tipo, ya sea que nuestro cliente, cliente, paciente sea un solo persona o un grupo.

¿Por qué las personas o un sistema se resisten al cambio a pesar de anhelar la solicitud de una intervención decisiva o de mejora / mejora? En cada contexto, único en su ser y con características distintivas de su sector, encontramos la resistencia al cambio por el principio de homeostasis.

Como nos enseña el fisiólogo francés claude bernardo la homeostasis es la tendencia natural a lograr una relativa estabilidad que une a todos los organismos vivos, para lo cual este régimen dinámico debe mantenerse en el tiempo, aun cuando varíen las condiciones externas, a través de precisos mecanismos de autorregulación. Cualquier estrategia, aunque sea técnicamente exitosa y minuciosamente estudiada en detalle, se vuelve inalcanzable y es rechazada al chocar con un sistema que tiende a mantener su propio equilibrio, sea funcional o no, debido al principio de homeostasis.

el modelo de Giorgio Nardone, declinado en sus formas para encajar en el contexto operativo particular, es capaz de eludir este mecanismo estructurado para hacer del cambio deseado no solo una meta alcanzable, sino una consecuencia natural e inevitable.

La personalidad del Modelo se expresa en las características de la rigurosa Resolución de Problemas evolucionada y la sabia Comunicación Estratégica que se mezclan, para alcanzar el objetivo pactado y/o superar el problema definido, en los pasos inteligentemente estructurados y planificados que velan la tecnología. de la intervención con la magia del cambio.

El Especialista Estratégico hace uso de la lógica no ordinaria, los arquitectos retóricos y el arte de la estratagema para darse cuenta de la validez de la intervención.
La lógica no ordinaria, basada en la sugerencia de estratagemas antiguas ya la vez muy modernas, sacude nuestras convicciones racionales y ofrece soluciones inesperadamente simples a problemas de naturaleza dispar (Nardone, 2009).

La competencia del Estratégico es pasar por las fases de resolución avanzada de problemas con rigor y flexibilidad:

• define el problema y/o acuerda el objetivo a alcanzar centrándose en “cómo funciona el problema” más que en “por qué existe”, manteniendo la atención hacia un presente en el que encontrar soluciones más que hacia un pasado en el que identificarse culpables;
• analiza y evalúa los intentos realizados para cambiar la situación, tanto los "intentos de solución" que de alguna manera no funcionaron, comprometiendo la condición o no haciéndola evolucionar, como las "excepciones positivas" que han funcionado en el pasado y es necesario verificar si pueden adaptarse al presente en lugar de replicarse;
• haciendo uso de las especificaciones técnicas específicas del modelo ("Técnica de Cómo Empeorar y/o Fallar", "Técnica del Escenario Futuro / Más allá del Problema", "Técnica del Escalador"), estructura los pasos a seguir a partir del meta acordada y descendiendo hacia atrás para definir concretamente el más pequeño paso a implementar, vivido no como impuesto, sino como un descubrimiento conjunto e inevitable.

La comunicación que utiliza es la que, más que explicar, es capaz de hacer sentir, la que es capaz de llegar y contagiar el corazón incluso antes de ser comprendida por el intelecto. En este campo comunicativo, la dialéctica deja lugar a la dialógica y las explicaciones lógico-relacionales se pliegan, sobre todo en la primera fase, frente a la diálogo estratégico; el lenguaje descriptivo-lógico acompaña al analógico.

La comunicación estratégica como vehículo de cambio radica en saber sumar a la visión del interlocutor y no quitar, para orientar la perspectiva en la dirección deseada, partiendo de su realidad. El lenguaje verbal, no verbal y paraverbal se convierten en una síntesis perfecta no solo para hacer entender racionalmente a las personas, sino sobre todo para que el interlocutor se sienta sugerente y lleve al interlocutor a tener ojos para ver ese rincón de la realidad que no podía ver desde su perspectiva. .

En toda intervención estratégica, para llegar a estructurar una nueva homeostasis o hacer evolucionar la existente, es necesario unir a Descartes y Pascal, “aprendizaje” y “cambio”.

Dependiendo del contexto, podemos decidir si insertar un programa de aprendizaje o cambio: si un sistema está bloqueado, insertaré un cambio que requerirá aprendizaje repetido en el tiempo para convertirse en adquisición; si, por el contrario, no estamos en una situación de bloqueo, como suele suceder en una empresa, donde el sistema, aunque sea lentamente, avanza, insertaré un camino de aprendizaje que, bien planificado, inevitablemente conducirá al cambio.

El objetivo último de cualquier intervención, ya sea que parta de uno u otro, sigue siendo la "adquisición" de una forma de percibir y reaccionar a la realidad que sea funcional y eficaz. El fundamento de la lógica estratégica es desarrollar modelos de intervención en función del objetivo a alcanzar, adaptando la solución a las características del problema en lugar de elaborarlas sobre la base de teorías relativas a la naturaleza de ese fenómeno dado (Nardone, 2009) .

El Modelo puede declinarse en diferentes áreas: Psicoterapia, Coaching, Consultoría de Negocios, Performance Enhancement, Training, siguiendo el arte de la estratagema de “cambiar constantemente sin dejar de ser el mismo”.

Los mundos posibles de intervención son sólo aparentemente distintos: su dinámica los convierte todos en campos de acción para la resolución de problemas, la gestión de las relaciones y la comunicación y la consecución de objetivos. Cada área no limita a la otra, sino que se suma al Modelo, en una visión de cambio continuo y continuo: un elemento esencial para hacer de la investigación no sólo investigación, sino investigación-intervención.

Ya sea que se acerque al Modelo como formador o aprendiz, terapeuta o paciente, consultor o cliente/cliente, entrenador o coachee, el objetivo más alto según la sabiduría antigua es "ganar sin luchar": la persona se vuelve tan capaz de usar el modelo que ella misma se convierte en modelo, cambiando su forma de relacionarse consigo misma, con los demás y con el mundo.

Tanto se ha hecho, un trozo de historia escrito treinta años después del nacimiento de Centro de Terapia Estratégica de Arezzo, pero el camino es interminable y, retomando las palabras de Bertrand Russel: “La ciencia puede poner límites al conocimiento, pero no debe poner límites a la imaginación”.

 

Dra. Maria Nucera (Psicóloga-Psicoterapeuta Oficial del Centro de Terapia Estratégica)

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