Terapia indirecta con niños y diagnóstico operatorio.

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Cuando el paciente es un niño, el abordaje estratégico implica una forma de trabajar completamente original: la terapia indirecta. De hecho, se obtienen excelentes resultados trabajando con los padres, que en este caso se convertirán en auténticos "coterapeutas", ya que serán ellos quienes personalmente pondrán en práctica las indicaciones proporcionadas por el psicoterapeuta y propondrán las prescripciones al niño que éste ha identificado para ellos.

Hablamos de terapia indirecta siempre que el destinatario de la intervención no sea la persona que acude a consulta a la consulta del terapeuta.
La elección de no ver a niños menores de 12 años está dictada por varias e importantes razones:

  • en primer lugar, evitar el etiquetado, es decir, la patologización del pequeño paciente ("primum non nuocere" ya decía Hipócrates);
  • además, es más útil trabajar con adultos, especialmente en un enfoque de terapia breve, porque el niño podría boicotear (conscientemente o no) la terapia;
  • y nuevamente, sirve para empoderar a los padres, quienes se convierten en colaboradores del experto; esto implica también que se reduzca su resistencia, dado que los elevamos al papel de ayudantes y sobre todo que no los acusamos en absoluto.

En cuanto a la necesidad o no de hacer un diagnóstico, creemos que el diagnóstico de un experto (ya sea un médico, un psicoterapeuta, un psiquiatra) puede funcionar como una profecía que luego tiende a cumplirse (y en este caso: una profecía totalmente negativa). ).

A través de la intervención estratégica breve se pueden superar muchas dificultades y muchas dolencias que presentan los niños, orientando a los padres y brindándoles las herramientas y estrategias más efectivas. Por otro lado, todos los demás enfoques terapéuticos incluyen diagnósticos descriptivos y terapias directas incluso con niños muy pequeños, mediante el uso de entrevistas, juegos libres o estructurados, dibujos, cuentos, pruebas, etc. Precisamente porque consideran la relación con el niño. siendo fundamental la observación del mismo y sus interacciones con los miembros de la familia, la terapia incluye encuentros tanto individuales como familiares.

La perspectiva biológico-psiquiátrica devuelve el trastorno a las características biofisiológicas; el psicodiagnóstico, hace uso de pruebas de diversa índole y naturaleza para llegar a cuadros diagnósticos basados ​​en rasgos de personalidad; y finalmente, la línea psicodinámica se ocupa de reconstruir la historia personal y familiar y de ir develando traumas infantiles. Son comunes a todas estas perspectivas: la búsqueda de causas, la formulación del diagnóstico y la implicación directa del niño.

Desde un punto de vista estratégico, esta forma de operar llevaría a un aumento considerable de la confusión, poniendo en escena toda una serie de dinámicas y nuevas variables difíciles de manejar, con el resultado de alargar considerablemente el tiempo y frenar la búsqueda de una solución concreta. solución.

También debemos señalar que estas perspectivas tienden a pasar por alto el hecho de que existe un continuo entre un comportamiento "normal" y uno patológico y que cuando se trata de trastornos psicológicos la causalidad lineal no es válida sino que la causa y el efecto se retroalimentan. Por eso es necesario un criterio de evaluación diferente, así como una forma diferente de intervenir.

La intervención estratégica es decididamente pragmática, en línea con su matriz constructivista, por lo que apunta al conocimiento operativo y no descriptivo; y los datos de efectividad y eficiencia reportados por el Centro de Terapia Estratégica avalan ampliamente esta forma de proceder, y es precisamente en base a los datos que reafirmamos la importancia de no patologizar/etiquetar a los pacientes jóvenes y de operar a través de sus padres.

Concluyo tomando prestadas las palabras del filósofo Guillermo de Occam: "todo lo que se puede hacer con poco se hace en vano con mucho.

Dra. Daniela Birello (Psicoterapeuta Oficial del Centro de Terapia Estratégica)

Bibliografía:
Bartoletti M., 2015, Cambiar para hacerlas crecer. La intervención estratégica para niños en edad preescolar, Autoedición Ilmiolibro.
Nardone G., Salvini A. (editado por), 2013, Diccionario Internacional de Psicoterapia, Garzanti, Milán.
Nardone G. y el equipo del centro de terapia estratégica, 2012, Ayudando a los padres a ayudar a sus hijos, problemas del ciclo de vida y soluciones, Ponte alle Grazie, Milán.

 

 

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